La alfabetización mediática en las escuelas: una tarea pendiente
04/03/2024 Docheck
El estudio llevado a cabo por DoCHECK! destaca la necesidad urgente de fortalecer la alfabetización mediática para ayudar a los jóvenes a detectar la desinformación
En el contexto informativo actual, dinámico y globalizado, la preocupación por la influencia de la desinformación en la población se ha vuelto una cuestión primordial. Los jóvenes, nativos digitales y usuarios activos de redes sociales, se han convertido no solo en un objetivo claro de bulos, sino también en diseminadores involuntarios de contenidos falsos.
Para comprender más profundamente el impacto de la desinformación y explorar qué medidas pueden resultar más efectivas en el ámbito de la alfabetización mediática, desde el proyecto DoCHECK! se ha llevado a cabo un estudio sobre cómo actúa la desinformación en los jóvenes.
Los hallazgos obtenidos sientan bases para la creación de materiales educativos que ayudarán a fomentar el pensamiento crítico y el uso de herramientas digitales para discernir información precisa de información falsa.
¿Qué dice la literatura académica sobre la alfabetización mediática en torno a la desinformación?
La alfabetización mediática ha surgido como uno de los pilares principales en la lucha contra la desinformación, desempeñando un papel clave a la hora de capacitar a los jóvenes para navegar críticamente en el océano informativo. Este método implica entender diferentes medios, técnicas y lenguajes, y brindar las habilidades necesarias para descifrar la información. Por ello, el papel de los maestros y educadores requiere una guía adicional para actuar como un escudo contra la desinformación.
Para lograr este objetivo, en el informe realizado por DoCHECK! se ha seguido una metodología que combina una revisión de la literatura académica y una búsqueda activa de iniciativas relevantes en el campo: artículos académicos y publicaciones relacionadas con la alfabetización mediática utilizando plataformas como Google Scholar y Dialnet para identificar los estudios más relevantes en el campo.
Además, se ha llevado a cabo una búsqueda de proyectos relacionados con la alfabetización mediática centrados en combatir la desinformación, utilizando diversas fuentes, como sitios web de organizaciones educativas, informes gubernamentales, proyectos de investigación, bases de datos académicas y portales especializados.
El estudio revela que la alfabetización mediática e informativa sigue siendo un tema pendiente en los planes de estudio de la educación secundaria.
Los docentes aseguran que aún no están debidamente preparados para abordar esta cuestión y que su intervención en la educación mediática se está produciendo en una etapa tardía, dado que el acceso a contenido mediático y redes sociales a través de dispositivos móviles está ocurriendo a edades cada vez más tempranas. Según el informe, la desinformación entre la audiencia joven se basa en contenido pseudo-informativo que apela principalmente a las emociones pero carece de utilidad en la toma de decisiones.
Por su parte, los resultados entre el alumnado revelan que obtienen información principalmente a través de las redes sociales, televisión y grupos familiares o de amigos, que enfrentan dificultades para distinguir entre información y opinión y que, aunque se consideran capaces de discernir entre noticias reales y bulos, más de la mitad de ellos no puede diferenciar una noticia falsa de una auténtica.
Según algunos profesores en estas escuelas, hay una falta crítica de discernimiento mediático entre los estudiantes, impulsada por el consumo compulsivo de contenido audiovisual y digital.